martes, 16 de marzo de 2010

Reflexiones estadísticas...

Una tarde de estudio de estadística puede ser fructífera y terminar haciéndote sentir orgullosa de tus 3 horas empleadas en comprender porqué esa maldita fórmula tiene que ver con esa maldita pregunta.
Lamentablemente, esa tarde no ha llegado, al menos por ahora, y las montañas de papeles revueltos y llenos de números tachados pueden llevar a una a divagar sobre aspectos de la vida que no tienen absolutamente nada que ver con la estadística.
La cuestión es que,al igual que en esta tarde de estudio, tengo la impresión de que se me escapan cosas, de que tengo el formulario por delante pero no me salen las cuentas.
Obviamente todo el mundo sabe lo que es echar de menos a alguien o sentir un vacío más grande o más pequeño porque ese alguien ya no está. Y ya no está,no porque se haya muerto o porque lo hayan abducido los extraterrestres, simplemente no está. No está porque un día decidió dejar de hacerlo.
Lo gracioso es que en aquel momento uno tiene clarísimo quién había decidido irse e incluso se siente furioso y con ganas de quemar en la hoguera a más de uno, pero ahora no.
Un día te levantas y se te viene a la mente esa persona y te parece hasta raro verla en fotos contigo. Sueltas frases del tipo "Anda que no hace tiempo..." (a lo sumo dos años) o "¡Dios,Juanito!"(o Pepe o María Antonia). Miras la foto y esperas a notar la sangre sobrecalentándose y a cabrearte por momentos recordando lo mala que fue esa persona. Pero ese momento no llega porque ahora no estás furioso, ahora estás triste, melancólico...o como quieras llamarlo. La cuestión es que se te ha olvidado un poco qué hiciste tú para mantener a esa persona a tu lado (aunque una vocecita no para de decirte que lo suficiente)y cuando se te pasa por la cabeza algún momento con esa persona, el anterior "si el/la imbécil pasa de mi, más paso yo..."ahora se ha convertido en un "¿Puedes explicarme qué narices te hice para que te olvidaras de mi?".
Supongo que la respuesta estará encriptada en acciones que no hemos visto o que no hemos querido interpretar de la manera más razonable. Lo lógico sería buscar las incógnitas de la ecuación: llama,pregunta,"mensajea",escribe,busca...bla bla, pero el ser humano es una máquina demasiado compleja a veces como para resolver este tipo de problemas por la vía lógica. O demasiado cómoda como para tener que dar el difícil paso de olvidarse del orgullo y perdonar y dar sin quizás recibir nada a cambio.
Las matemáticas nunca fueron lo mío...


1 comentario:

  1. Bienvenida a este mundillo de la escritura blogsférica, y, por favor, sea melancólica, pero don't be EMO! =)

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